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Batman v Superman: el amanecer de la justicia - Crítica de la película





Batman v Superman: el amanecer de la justicia - Crítica de la película


CRÍTICA DE: 

Batman v Superman: el amanecer de la justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice) - 
DIRIGIDA POR: 
Zack Snyder - 
PROTAGONIZADA POR: 
Henry Cavill, Ben Affleck, Amy Adams, Laurence Fishburne, Jeremy Irons, Holly Hunter, Diane Lane, Gal Gadot, Jesse Eisenberg, Ray Fisher, Scoot McNairy, Jason Momoa y Ezra Miller. 

En cines a partir del 23 de marzo.

ARGUMENTO: Las acciones de Superman suscitan desconfianza en Bruce Wayne que decide regresar como Batman enderezar al superhéroe. El hombre de acero y Batman se sumergen en una contienda territorial, pero las cosas se complican cuando una nueva y peligrosa amenaza surge rápidamente, poniendo en jaque la existencia de la humanidad. Aquaman, Wonder Woman y Flash, entre otros, también aportarán sus habilidades en la contienda.


¡Al fin ha llegado el ansiado día en el que podemos hablar largo y tendido de Batman v Superman: el amanecer de la justicia! Nos hallamos ante el segundo trabajo de Zack Snyder tras El hombre de acero en el que desarrolla al personaje de Kal-El y, en esta ocasión, su enfrentamiento con Bruce Wayne, el señor de la noche que vigila Gotham y que decide pararle los pies a Superman tras ver el resultado de sus acciones.


Pero si hay algo que caracteriza la película, habida cuenta de la proliferación de superhéroes que se presentan por primera vez (Wonder Woman, Flash, Cyborg y Aquaman), es que Batman v Superman es la piedra fundacional de la que será La Liga de la Justicia. Un título que vendrá por cierto dividido en dos partes previstas para 2017 y 2019.


Antes de sumergirnos en el análisis de esta larga película que sobrepasa las dos horas y media no podemos dejar de recordaros que habrá un corte del director de calificación R, más explícito e intenso en la plasmación de la violencia, que esperamos poder ver en las ediciones domésticas de Batman v Superman: el amanecer de la justicia que aún no tienen fecha de lanzamiento confirmada. Sí que podéis encontrar ya a la venta en portales como Amazon la edición limitada deluxe de la banda sonora de la película y el interesantísimo libro "Batman v Superman: The Art of the Film".



Eso por no hablar de la exposición que podrá visitarse del 24 de marzo al 23 de abril en en Centro Cultural de la Villa que recogerá los más de 80 años de historia de DC Cómics y repasando su influencia en todos los ámbitos de la cultura incluyendo la pequeña y gran pantalla, videojuegos y merchandising. El público podrá acceder a piezas originales, material audiovisual inédito, trajes originales de Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia, talleres, figuras de coleccionistas, una maqueta a escala 1:6 de la ciudad de Gotham, ilustraciones exclusivas y mucho más. De momento repasad el tráiler y vamos al lío:

Ritmo, efectos especiales y simbología
Vamos a empezar por señalar lo mejor de la película, que vuelve a desarrollar el comienzo de Batman utilizando, paradógicamente, su génesis para mostrar su caída, es decir, esa paulatina pérdida de fe en la Humanidad que nos lleva al Batman de Bruce Wayne, un hombre maduro, hastiado, bebedor, mujeriego y amargado acompañado por el genial y fiel Alfred de Jeremy Irons, que a pesar de sus escuetas intromisiones en la trama, es de lo mejor de la película.

Si Batman v Superman alcanza fácilmente los 160 minutos de duración, la acción como tal no llega hasta el tramo final, alcanzando las habituales cotas de hipertrofia que caracterizan a Zack Snyder: todo es exageradísimo, colosal y los efectos especiales cobran todo el protagonismo (dejando de lado, por desgracia, otras cuestiones más interesantes que se esbozan en el comienzo).


Las cerca de dos horas iniciales se dedican casi en exclusiva a hilar el conflicto entre Batman y Superman, dos superhéroes que se perciben el uno al otro como amenazas para la seguridad de la población. Batman no considera a Superman ni siquiera humano (de facto no lo es) y cree que tiene demasiado poder como para gestionarlo por sí mismo sin caer en el endiosamiento mientras que Superman ve en Batman a un justiciero callejero al margen de la ley y está dispuesto incluso a denunciarlo por la vía periodística.


Que el guión se tome todo el tiempo que necesita para mostrarnos este conflicto no solo personal sino social, ético y político es una verdadera gozada (Holly Hunter y Lex Luthor mediante) y el cara a cara de Batman y Superman es espectacular, por más que la justificación final de que tengan el cuerpo a cuerpo no sea tan universal sino más bien un mero chantaje.

Cinematográficamente hablando funciona de maravilla la forma en la que uno y otro exhiben sus armas, sus fortalezas y debilidades y toda la iconografía desplegada a su alrededor cumple las expectativas de largo. Tanto el traje como la armadura táctica de Batman como sus complejos equipos informáticos, sus vehículos y su nave con función remota en modo dron contribuyen a crear un personaje tan familiar como atractivo para el espectador. Menos fortuna tiene Ben Affleck sin su armadura, por más que el rol le siente bien al intérprete a nivel físico.

 


Las simbología asociada a Superman sigue yendo por los derroteros ya mostrados en El hombre de acero: de pescador a Mesías, de profeta a Dios y de ahí al sacrificio por la Humanidad, como no podía ser de otra manera. Volvemos al tono cuasi bíblico con abundantes planos picados en los que su aparición es casi redentora.
¿Puede ser un Dios todopoderoso y bondadoso a la vez?

Hablemos de Lex Luthor, una figura que en manos de Jesse Eisenberg ha tenido una deriva como poco inesperada... Los más fieles seguidores de los cómics van a rasgarse las vestiduras porque si parecía histriónico en los tráilers en el metraje llega a ser hasta cargante, como un mal heredero del Joker, o, lo que es lo mismo, un personaje por completo diferente al original. A estas alturas quejarnos de reinvenciones puede sonar a chufla, peor que me aspen si cuadra algo en este personaje salvo su cartera repleta de pasta y su visceral odio hacia Superman.



Ël plantea una interesante cuestión no obstante, entre sus verborreicos balbuceos psicopáticos: la incompatibilidad entre poderlo todo y hacer el bien, a la vista del resultado palpable en la sociedad. Queda claro proyecta en el hombre de acero esa paradoja y es lo que le lleva a buscar su destrucción.

A día de hoy, tras los lamentables atentados de Bruselas, el debate acerca de la seguridad y la libertad cobra todo el sentido del mundo y curiosamente, son las películas de superhéroes las que, desde una perspectiva muy ficcional están poniendo estas cuestiones de manifiesto. ¿Necesitamos héroes? La bondad y el libre albedrío son objeto de interés por parte del guión de la película que escudriña los límites de lo aceptable y lo que el hombre moderno necesita casi para salvarse de sí mismo. Magnífico por cierto el cameo del astrofísico Neil de Grasse Tyson que ejerció de presentador de Cosmos: A Spacetime Odyssey.

Vamos ahora con los talones de Aquiles que también son unos cuantos y obedecen a inexplicables giros de guión, sobre todo. Uno de ellos es un sueño premonitorio (se supone) de Bruce Wayne que no concuerda con lo que la propia cinta desarrolla. Como esta crítica es libre de spoilers no revelaré más que su profunda incoherencia salvo que estemos ante un preludio de lo que pueda pasar en futuras entregas, lo que se antoja demasiado enrevesado.


Por otra parte, la cronología tampoco encaja demasiado si tenemos en cuenta que los arcos argumentales de las cintas de Nolan supuestamente no forman parte del background de la película y hay abundantes licencias respecto a las distancias (como si Metrópolis y Gotham estuvieran a tiro de piedra, por ejemplo) o las dimensiones y capacidades de los personajes, sobre todo, de los villanos.

Batman v Superman abarca demasiado, y ése es su principal problema: nos introducen una ingente cantidad de personajes, algunos de los cuales serán difíciles de reconocer para los no iniciados en los cómics como a Callan Mulvey como KGBeast pero, en cualquier caso, la película debería centrarse y limitarse al choque de Batman y Superman, como prometía el título, sin tratar de hacer tanto más allá de eso para vendernos futuras entregas del universo expandido de DC Cómics en el cine: Wonder Woman, las nuevas películas en solitario de Batman y La Liga de la Justicia, sobre todo. Solo Escuadrón Suicida parece haberse vendido sola y no queda claro cómo va a encajar el señor de la noche que hemos visto aquí en esa película, suponiendo que se desarrollen en planos similares.

Es inversamente proporcional lo bien que está mostrado el duelo entre Batman y Superman y lo mal resuelto que está lo que viene después (¿servirá de ayuda ese metraje extra de nos han escamoteado en salas comerciales?) por no hablar de las convenciones habituales y cansinas del género: mujeres rescatadas, amores imposibles, kilos y kilos de escombros y unas relaciones entre los personajes que avanzan a un ritmo inexplicablemente rápido.


Batman v Superman convence solo a medias: no consigue remendar los errores de su predecesora aunque sí aporta novedades interesantes y, a pesar de avanzar con paso titubeante hacia un final de lo más predecible, sí que cimenta bien un planteamiento plástico y estético coherente y con un poderoso poder de atracción para el público general. Si lo pensamos friamente, DC Cómics tiene toda una vida por desarrollar en el celuloide en esta nueva etapa y es seguro que nos dará grandes alegrías más pronto que tarde. ¿Han querido correr demasiado? Nadie les culpa teniendo a Marvel espoleándoles a cada instante.


Se ve mala y no superara tus espectativas las revasara de mala!.

Recurso
http://www.hobbyconsolas.com


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